Los que nos acercamos al flamenco tenemos siempre la necesidad de buscar el soniquete en todo (literalmente). Como si fuera la panacea y el colmo de ser o sentirse flamenco: la necesidad y la perdición en vena.
Sobre el silencio y esta manía, característica, patrón que usa el flamenco (o más bien, los que nos ocupamos de hacerlo) para esa rotura de la regularidad auditiva y corporalmente hablando, pero que a la vez es lo más manifestación anclada en la métrica que puedes encontrarte, en lo que se refiere al cuerpo (que es sobre lo que escribo y observo), escribiré más adelante.

Este video tiene 12 imágenes distintas. Cada una de ellas dura un segundo, por lo tanto el video dura 12 segundos (obviando el segundo que dura el título).
He fraccionado los planos con efectos donde se pueden observar 1, 4, 6 y hasta 9 veces la misma imagen repetida (lástima que la suma de estos últimos números no sea 12 también).

Estos efectos/cambios de plano, que serían equivalentes a lo que llamamos subdivisiones, están repartidos aleatoriamente para formar lo que sería el soniquete de una patá por bulerías o un remate que dura 2 compases de 12 tiempos, cerrando en el 12 (claro), mientras cantaba internemante y mis ojos soniqueteaban (entonces ya no son tan aleatorios).

Luego he hecho el camino a la inversa, es decir encajar el compás en el soniquete. He grabado mi voz con la cantinela/soniquete propio del compás de 12 (con sus acentos y sus retenciones) mientras miraba el resultado de la improvisación de efectos que me he marcado con el editor. A medida que el video avanzaba yo cantaba encima y leía los saltos y cortes tratando de encajarme ahora con la voz, pero manteniendo al regularidad que debe de tener la métrica de una compás (¿sino para qué llamarlo compás?).  Curiosamente, en este camino a la inversa, mi cantinela se ha ido un poquito más por alegrías… y eso que la idea era hacer soniquetear a mis ojos, lengua y glotis por bulerías.

En resumidas cuentas: la idea es buscar, encontrar y poner el soniquete donde queremos para reafirmar TODO lo que es susceptible de ser o verse flamenco o aflamencado.

Sobre la práctica y el estudio del cuerpo aflamencado.

A.